Reencarnación de los carniceros

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Y vi que los carniceros al tercer día,
al tercer día de la tercera noche,
comenzaban a florecer en los cementerios
como brumosos lirios o como líquenes.

Y vi que los carniceros al tercer día,
llenos de tordos que eran ellos mismos,
volaban persiguiéndose, persiguiéndose,
constelados de azufres fosforescentes.

Y vi que los carniceros al tercer día,
rojos como una sangre avergonzada,
jugaban con siete dados hechos de fuego,
pétreos como los dientes del silencio.

Y vi que los perdedores al tercer día,
se reencarnaban en toros, cerdos o carneros
y vegetaban como animales en la tierra
para ser carne de las carnicerías.

Y vi que los carniceros al tercer día,
se están matando entre ellos perpetuamente.
Tened cuidado, señores los carniceros,
con los terceros días de las terceras noches.

5 comentarios:

La Gata Insomne dijo...

Qué genial, y qé fuerte


besos

GEORGIA dijo...

La imágen no le pudo venir mejor, que crudo, que real, y cuantas lecturas se le puede dar a este poema; bienvenido sea el tercer día en el que los carniceros se coman entre sí

mis saludos

Georgina
http://poesia-en-georgia.blogspot.com

Mori Ponsowy dijo...

Te dejo besos.

Unknown dijo...

hola, soy Caín, gracias por tu enlace, un saludo

Pedro J. Sabalete Gil dijo...

Y hay quién dice que ya esta todo escrito.

Un saludo, a medio paso pues vengo y voy hasta que a mediados de septiembre retornemos al trabajo ya en serio.

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